Queridos hermanos en la fe:
Bien sabemos que el tiempo que nos ha tocado vivir es un tiempo de desorden y oscuridad. Es un tiempo de confusión, blasfemia y de una destacada apostasía. El «dios de este siglo» tiene a las multitudes atontadas repitiendo frases conocidas como «políticamente correctas», las que suelen inducir a la rebelión y a la blasfemia. Por su parte, no pocos cristianos se encuentran compartiendo amigablemente y con mucho cariño con quien solo desea su mal: me refiero al mundo.
El fruto de todo lo mencionado, se traduce en daño espiritual para el creyente y la iglesia local. Sus manifestaciones, a corto o largo plazo, serán: frustración, desilusión, desmotivación, irascibilidad, contiendas, confusión, murmuración y rebelión.
Por lo anterior les exhorto, una vez más, a mantener la Biblia abierta, a no descuidar la oración, sino intensificarla y a procurar mantener una conducta que glorifique al Señor en forma constante. Solo de esta manera se pueden resistir los embates del adversario, recibir renovado entendimiento y ser fortalecidos espiritualmente. Nadie podrá dañarnos si somos adoradores comprometidos.
«Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.»
— Salmos 97: 10
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes